domingo, 29 de julio de 2012

Un nuevo sistema económico





Como dice mi madre (cuánta razón tienen nuestros mayores): “vinimos de Ecuador a un país que era mejor y ahora vemos estas cosas, vistas solo en nuestros países”
Efectivamente, España estaba corrompida, la crisis saca a la luz tantos y tantos casos de corrupción que, estaban allí, desde hace muchos años, pero como vivíamos el “estado del bienestar”, prácticamente a nadie le importaba y todos jugaban al mismo juego: “hacer la vista gorda”.
Los del pueblo llano no nos lo podíamos creer, hasta que en tan sólo 6 meses nos han quitado la “libertad” de tomar decisiones, como el mismo presidente Rajoy lo manifestó el 11 de julio de 2012, en el Congreso de los Diputados.
Efectivamente, han obligado al gobierno español a “apretarse el cinturón”, aún más, y pasar a ser uno más de la lista de los países del “sur”. España ya está en la lista de aquellos que tiene uno de los IVAS más altos, y que menos ventajas en la negociación de dinero tiene en Europa, en la lista del “eje sur”
Desde hace tiempo se observa como esto es parte de un maquiavélico plan, urdido por los países de primera línea de Europa, “los del norte”, aquellos que tienen un primer nivel de vida, aquellos que tienen dinero para sus proyectos, sus empresas, industria, salud, educación e I+D y que, por supuesto, negocian su deuda con condiciones infinitamente mejores que la española.
Hace tiempo se hartaron de ver como los del sur tenían un nivel de vida que no se correspondía en lo más mínimo a su desarrollo e industrialización, mientras ellos consolidaban sus economías y mantenían el primer frente europeo, ante duros competidores como el clásico de siempre, EEUU, la super potencia China y los nuevos países emergentes, países como España vivían un “dulce sueño”, su sueño del “estado del bienestar”.
Cuanto daño hizo al pueblo español el dichoso “estado del bienestar”. El pueblo se creyó de verdad que era un europeo de primer nivel, de primera categoría. El dinero fluía por las calles, el consumo se disparaba y ciudadanos de a pie, día tras día se convertían en nuevos millonarios, de la noche a la mañana, ante la mirada atónita de unos cuantos cautos que no entendían como podía ser esto posible, algo no era normal, no había explicación lógica de lo que estaba ocurriendo.
Como niños con una chocolatina, el ciudadano español y el inmigrante regularizado, recibía créditos y más créditos, daba igual si no los podía pagar, los bancos le daban el dinero, un dinero suministrado por Europa y otros que nos facilitaban el dinero sin mayor reparo. Sabe Dios si lo hicieron a propósito o no, la historia de la economía lo descubrirá luego de algunas décadas, el hecho es que había muchísimo dinero en la calle, sin control ni medida.

El final llegó hace un par de años, los países de primera línea europea se hartaron de ver tanta falsa opulencia y decidieron poner a los del sur en su sitio o, por lo menos, en el sitio que ellos consideran, les corresponde, por ser países poco o nada industrializados, con altos niveles de desempleo y con baja preparación, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Las estadísticas europeas dejan a España en puestos muy por debajo de la media europea en cuanto a educación secundaria y de universidad se refiere y vivimos esa constante contradicción: somos muy preparados y nos consideramos capaces de salir fuera a buscar nuevas oportunidades, aunque Europa dice en sus estadísticas que somos los peor preparados. ¿Quién dice la verdad?.
El hecho es que España, poco a poco, inicia su segunda oleada de emigración, 45% de incremento solo en este año y va a hacer lo que los inmigrantes hicimos aquí hace más de una década: el trabajo que los otros no quieren hacer. Ya les está ocurriendo a los españoles “preparados” que viajan a Alemania: ingenieros, informáticos, etc., trabajan en hostelería, como obreros en fábricas, etc., realizando los trabajos que los alemanes no quieren desempeñar.
El plan de los del norte se consolida, con el objetivo de acabar con nuestra clase media. Subir el I.V.A. lo que va a provocar es una caída en picado del consumo y un crecimiento muy peligroso de la economía sumergida, si hasta hoy estábamos acostumbrados a escuchar “¿quiere factura?”, ya veremos, a partir de septiembre, cuántos se animan a facturar. No se puede decir que se está incentivando al empleo, que se está apoyando a los pequeños negocios, cuando la “letra pequeña” del Real Decreto, aplica una subida, poco menos que escandalosa, a las retenciones del autónomo, aquel pequeño empresario, que tiene ilusión, fuerza y constancia para sacar su negocio adelante, este golpe lo único que va a generar es más cierre de pequeños negocios y más desempleo!, además, esto es lo más preocupante, un temor creciente a crear un nuevo negocio, te lo tienes que pensar más de una vez antes de dar el paso, con tantos impuestos, retenciones y obligaciones a pagar.
La mejor conclusión para estas pocas líneas es confirmar, una vez más, que las clases políticas solo miran a lo que les interesa, al momento de pedir el voto. Unas autonomías bien llevadas y controladas, permiten desarrollo y bienestar, funcionan de verdad, porque permiten independencia en la gestión y se preocupan del desarrollo local. Pero unas autonomías sin control, lo único que han provocado es el empobrecimiento de tantos y tantos pueblos de España.
Estamos en el inicio, ahora sí, de verdad, de una nueva forma de vida, de una nueva formar de contemplar nuestra economía. Habrá que hacer muchos cambios más y tendremos que adaptarnos a los nuevos tiempos, pero siempre manteniendo la mentalidad positiva y buscando alternativas al poder reinante. Debemos generar el autoempleo, es el único camino, necesariamente debemos seguir dentro del sistema europeo, pero dentro de ese plan, intentar ser independientes, autónomos de los fuertes poderes económicos reinantes.
Un camino inevitable que deberemos tomar, tarde, como siempre, es la internacionalización. Debemos exigir, a nivel de ayuntamientos de Cámaras de Comercio y de mecanismos similares, el apoyo a la internacionalización. España es un gran país, un país de oportunidades, con gente muy capaz y creativa, solo falta que nos demos cuenta del poder que tenemos y empezar a crear un nuevo sistema económico, basado en el autoempleo, la industrialización y la internacionalización.
Existen muy buenas ideas como aquella, creada por una marca comercial, que incentiva el turismo de interior. España es tan variada, tan maravillosa, con infinidad de pueblos, culturas y regiones que pocos conocemos y nos gustaría explorar. Ideas como ésta deben florecer una y otra y otra vez, es lo que generará el cambio.
Por ejemplo, por qué no variar la temporada de vacaciones, por qué no partirla en dos temporadas. En Ecuador, por ejemplo, basándonos siempre en las vacaciones escolares, los pueblos de la costa, del calor, de la playa, tienen sus vacaciones en marzo-abril aproximadamente. Los otros pueblos, los de la sierra, los del frío, tienen sus vacaciones en julio-agoso aproximadamente.
De esta forma, corregiríamos una situación terrible que ocurre en España: la reducción obligada de la producción. Es increíble comprobar como, nada más iniciar julio, la producción cae en picado porque las empresas pasan, en su gran mayoría a “jornada intensiva”, trabajan solo medio día, y los viernes por la tarde ni que decir, nadie abre. He trabajado, gracias a Dios, en diversos sectores productivos y, ya sabemos de antemano, que en mayo hay que ir apurando los pedidos y advirtiendo a los clientes que se acercan las vacaciones, que no habrá atención!. Esto no puede ser!, en la situación que estamos, no podemos darnos el lujo de dejar abandonada la producción por dos meses, o más, en algunos casos!. Por eso, el planteamiento de partir las vacaciones por regiones, solo traería beneficios: los de las regiones del frío, que vacacionan en marzo-abril, bajarían encantados a las regiones del calor y traerían un consumo tan necesario a aquellas zonas que solo funcionan en verano y, viceversa, los de las zonas cálidas, muchos de ellos quisieran subir a las zonas frescas del norte, pero como saben que no hay movimiento no se animan, con esta idea, seguro que se incrementan las visitas en aquellas zonas, porque se sabe que estarán en plena actividad.
Esperamos que estas pocas ideas valgan de apoyo y de estímulo a nuestro nuevo sistema económico.
Muchas gracias.