No se puede consentir que lleguen a ocupar puestos de concejales, diputados, etc., gente que se ha "enchufado" en los partidos y han logrado formar parte de las listas, sin preparación, sin educación, sin sentido político, incluso sin la más mínima sensibilidad ni responsabilidad. Esta afirmación queda demostrada claramente al ver las recientes publicaciones en las redes sociales de estos malos "políticos".
Nuestros políticos, en su gran mayoría, simplemente se escogen "a dedo", por afinidades, por membrecía al partido o por cualquier otra razón, salvo por méritos políticos o una trayectoria pública demostrable que avale al político a formar parte de una lista electoral. Ciertamente también hay que decir que existen políticos de mucha valía, pero también es cierto que existe un número muy significativo de políticos con una evidente falta de preparación, basta con echar un vistazo a sus redes sociales y leer auténticas barbaridades como se ha visto en estos días, con motivo del lamentable acontecimiento comentado en esta entrada.
Existen democracias maduras en Europa que permiten votar a la persona, al político. El político debe salir por su circunscripción, a sus diputaciones, a sus pueblos, a sus ciudades, a sus barrios, a sus plazas, a sus bares, a luchar por cada uno de sus votos y así permitir que sus votantes lo conozcan y sepan realmente a quien están entregando su voto.
Ésta es una de las principales causas de la actual desafeccion política que tiene el ciudadano. El pueblo ha dejado de creer en sus políticos. El mejor ejemplo lo tenemos en las dos últimas legislaturas: ha gobernado la izquierda primero y la derecha después. ¿Cual es la imagen que han dejado a sus electores?: pues que son exactamente lo mismo. Al final del todo, las decisiones más sensibles en materia de recortes económicos y sociales las han tenido que tomar los dos partidos por igual, renunciando a sus ideales políticos, renunciando a lo que prometieron en las urnas, haciendo precisamente lo que denunciaban que hacía mal el otro.
El gran aliado de los dos grandes partidos es la abstención. Las estadísticas dicen que en estas elecciones europeas 2014, puede ser histórica. A ellos les viene muy bien, porque saben que el rechazo social es muy grande, si la mayoría fuese a votar y expresase su decepción con su voto, los datos les harían mucho daño, tanto a nivel nacional como en las autonomías con alto índice de voto nacionalista.
El ciudadano debe comprender que su voto es fundamental, necesario e imprescindible.
Puedes votar por el bipartidismo (Partido Popular "PP" o Partido Socialista Obrero Español "PSOE"), si crees que la solución para Europa es alguno de estos dos partidos o, puedes elegir alternativas con el resto de partidos, de derechas, centro o de izquierdas.
Estudia las alternativas y acude a votar, lo importante es que votes, no dejes que otros decidan por tí.
El 26 de mayo acude a votar a los diputados que te representarán y defenderán los intereses de tu país en Europa, es tu deber cívico, es tu obligación como ciudadano comprometido. No permitas que los votos de unos pocos decidan tu destino. No falles a tu país. Vota!
Finalmente, me gustaría comentar la nueva forma de política que debe hacer el ciudadano. Un buen ejemplo es el de una funcionaria, Itziar González, que terminó dimitiendo de su cargo, en el Ayuntamiento de Barcelona, por "enfrentarse al poder". Podéis ver el reportaje "Solos ante el poder" del programa Salvados, de La Sexta (r), de fecha 11 de mayo de 2014, en el siguiente enlace:
Fuente del vídeo: La Sexta
La reflexión final que hace Itziar, es muy interesante: se debe crear una nueva forma de hacer política: la política que creen, planteen y que exijan los ciudadanos, a los políticos que ellos han elegido, que se cumplan.
Es decir, una política del pueblo para el pueblo, parece ser una buena alternativa a esta caída libre sin fin, llevados de la mano de la economía de mercado que no mira al ciudadano, solo al dinero y al poder.
Habrá que tomar muy en cuenta estas iniciativas populares, pueden ser el inicio de un verdadero y profundo cambio social y económico.
