martes, 29 de enero de 2013

Por qué me decidí a instalar una alarma en mi casa


Cuando los sistemas de alarmas empezaron a hacerse populares, allá por los años 90, sinceramente no me convencían para nada. 

Un amigo mío era instalador y cuando veía todos los taladros en las paredes, la cantidad de tendido de cables por suelos, paredes, techos, ventanas, los sensores en puertas y ventanas anclados con tornillería, que, en algunos casos, terminaban destruyendo el mobiliario, fueron razones más que suficientes para desanimarme.

Hoy en día, afortunadamente, tenemos empresas vanguardistas en la venta e instalación de alarma de hogar, con tecnología de punta que dotan a nuestros hogares y negocios de sistemas fiables a un gran precio.

Sistemas como la Vídeo Verificación, que reduce las molestas falsas alarmas, que al final lo que hacen es confundirnos y aburrirnos, o el  sistema de Alerta por Coacción, es decir, si te están intimidando para obligarte a desactivar la alarma, podrás activar un sistema de alerta para estos casos.

Un botón muy importante, es el Botón del Pánico, solo tienes que pulsarlo en caso de una urgencia tal que solo te permita pulsar el botón.  Es suficiente, inmediatamente llega la señal a la central y se pondrán en contacto contigo, por el sistema de vídeo para comprobar que te encuentras bien y saber lo que necesitas, pueden enviarte la policía, bomberos o servicios de emergencia médica.

Y mis hijos tampoco quedan desatendidos con mi nueva alarma, gracias a la Alarma Sonora Infantil que te alerta cuando han abierto las puertas de la calle o terrazas, algo muy frecuente con los míos que no paran de hacer travesuras.

Existe un servicio denominado Alerta Médica para Emergencias Sanitarias, que te sirve para que te envíen inmediatamente ayuda de los servicios médicos más cercanos.

He de destacar que todos estos servicios comentados, los tengo disponibles 24h/365 días, por lo que puedo organizarme tanto cuando estamos en casa como cuando nos vamos de vacaciones en algún puente o en veranito, no tengo que pedir favores a mis vecinos para simular que estamos allí.

Me bastó con saber que su instalación es “limpia”, es decir, sin cables!. Un punto a favor de las alarmas de hogar Tyco ADT.  Se instalan en menos de dos horas, sus componentes se comunican por radiofrecuencia y sin necesidad de obras.

Las alarmas se pueden programar para que nos envíen avisos por SMS o vía correo electrónico, indicándonos varios tipos de incidencias:  fallos de alimentación, armado/desarmado de la alarma, cancelación de alarma, incluso, puedo armar o desarmar la alarma desde mi móvil.

Pero esto no es todo, antes de decidirme, consulté el dossier de la alarma para visitar su web: http://29ynadamas.adt-seguridad.com donde me informe con mucho detalle de la infinidad de ventajas y seguridad que ofrecen estas alarmas para este tipo de instalaciones.  Una vez la instalé, puedo asegurar que existen pocas alarmas en el mercado que ofrezcan la seguridad y eficacia que brindan estas alarmas.

La tranquilidad que tengo hoy, justifica el precio que pago por mi alarma.



Propuesta para autónomos, Rev. 1.0

La última propuesta del gobierno del señor Rajoy, parece ser tomada de nuestra propuesta.

Efectivamente, hace falta una "tarifa plana" en la cotización de la Seguridad Social, para incentivar al autónomo, pero es claramente insuficiente.  Con fecha 14/04/2012, realizamos unas cuantas reflexiones en nuestra entrada Propuesta para autónomos, donde ya se hablaba de una "tarifa plana", os recomendamos la leáis por completo.

La medida es claramente insuficiente, es tan solo una parte, de un gran paquete de medidas que el gobierno debe implementar de manera urgente ante la alarmante subida del paro, con un preocupante paro juvenil.

Pegamos un extracto de las medidas que planteamos en aquella entrada:

" Pagar un autónomo de 250,00€, es una carga muy pesada para un nuevo emprendedor.  Yo planteo generar una aportación a la Seguridad Social, en estos tiempos excepcionales de crisis, escalonada, en función a los ingresos que vaya generando el nuevo negocio, reflejados perfectamente en las declaraciones de I.V.A., así por ejemplo, tendríamos las cuotas de autónomo en los primeros años de la siguiente manera:


1º Año:  50,00€
2º Año: 100,00€
3º Año: 150,00€
4º Año: vuelta al sistema de aportación y tributación actuales.

Obtendríamos las siguientes ventajas:

a)      Ayudamos a eliminar la economía sumergida.  Siendo autónomo puedo facturar por mis servicios, lo que me permite tener un historial, tener un movimiento, tener informes de I.V.A. reales que me permitan trabajar con los bancos.  Ahora mismo qué banco va a darme algo sino tengo nada, pero nada que ofrecerle.  Y, por otro lado, el estado recupera un I.V.A. que se pierde con las “chapuzas”: miles de españoles realizan actualmente todo tipo de trabajos dentro de la economía sumergida, dinero que va y viene, dinero que no genera impuestos esos impuestos que tanta falta nos hacen para re invertirlo en nuestro añorado estado del bienestar.  A aquellos que les gusta mucho pagar sin I.V.A. les diría que se equivocan completamente, al final todos resultamos perjudicados incluidos ellos.


b)      Eliminamos la subvención en lo que se refiere a ayudas en las cuotas de la Seguridad Social, que nos dan cuando creamos una nueva empresa, así el estado deja de ayudar en la aportación.  Las subvenciones son un engaño, llevan al empresario a confiarse y engañarse, si son orientadas en temas como éste.

c)       Debemos considerar lo siguiente:  muchos, muchos ciudadanos están en esta encrucijada: reciben ayudas del estado y están estancados sin saber cómo cristalizar su idea.  De esta manera, parte de la ayuda que estamos recibiendo, se revierte en el mismo estado, con estas pequeñas aportaciones, por ejemplo, si reciben 450,00 euros de ayuda, es razonable sacrificar a toda la familia con 50,00€ para un autónomo con la esperanza de obtener un posible salida a la crisis económica de la unidad familiar.  Son 50,00€ que vuelven a las arcas del estado y que sirven para que el ciudadano pueda trabajar de manera oficial.

2.       Incentivo a la contratación. Este punto ya se ha hablado más  de una vez.  Si es efectivo el punto 1, el nuevo empresario, ya no tan nuevo, puesto que va saliendo adelante, al cabo de algunos meses o, luego de un año de arduo trabajo, necesita trabajadores para su Pyme, pero claro, con la legislación actual, da miedo contratar, con tanta exigencia.  Si bien es cierto que cuando nos ponemos en el lado del empleado, se ve cierta desprotección, también es cierto que cuando estamos en el lado del empresario, no nos atrevemos a contratar, porque nos vienen los empleados con tantas exigencias, con tantas leyes y encima, la Seguridad Social persiguiéndonos, las empresas de Prevención de Riesgos, acosándonos, las asesorías de Protección de datos, infundiendo todo tipo de temores en nuestro cerebro….  Claro, con tanta estructura que hemos creado, nos hemos olvidado que al empresario hay que ayudarlo, no asfixiarlo, cierto es que todos estos “anexos” son necesarios por la legislación europea, es cierto, pero primero vamos a dejar que el empresario genere el dinero suficiente, para  que luego vaya contratando poco a poco todas estas exigencias legales.  Propongo:


a)      Contratación parcial:  en los tiempos de bonanza, el sistema de la Seguridad Social funcionaba estupendamente, su control y sus exigencias iban con los tiempos, porque había dinero para aportar.  Excepcionalmente se debería crear un sistema de aportaciones para:
1.       Trabajo a tiempo parcial: es fundamental fomentar este tipo de contratos, flexibilizar la contratación porque de esta forma se pueden crear más puestos de trabajo, el trabajador puede llegar a ganar un sueldo básico digno y algo más, trabajando en varios sitios al día y no solo como trabajador, también puede trabajar en el resto de horas como autónomo sacando adelante su nueva idea o negocio.  La reforma laboral debe centrarse en fomentar y dar las ayudas a este tipo de contratación, traducido en reducción de aportaciones.  Esto nos permitirá:
a)      Blanquear el “negro” que perciben muchos empleados aparte de su nómina, que sabemos es la mínima, una práctica habitual en muchas empresas.
b)      El empleado tendrá una nómina real de los sitios donde trabaje.  Por fin, podrá ir al banco con lo que realmente gana.  Esto favorecerá al crédito al consumo, ingresará sin temor todo su dinero en el banco.  No tendrá que hacer trucos con su dinero “en negro”.
c)       El I.R.P.F. se deberá regir por esta misma lógica, para que lo que el empleado se beneficia por un lado, no se perjudique al momento de rendir cuentas a Hacienda.

b)      Prevención de riesgos laborales:

1.       El pago a las empresas de prevención debe ser escalonado a lo largo de los tres primeros años, en los casos donde realmente haya riesgo laboral.  En casos donde el riesgo laboral es mínimo, por ejemplo, en un puesto de administrativo, no creo que tenga mucho riesgo laboral de fracturarse el cuello por las horas trabajadas, encima, si solo trabaja por horas, ahora que tendremos que incentivar los contratos parciales, ¿qué riesgo va a tener?.  Seamos coherentes!.  Tomad en cuenta que las empresas de prevención cobran lo mismo por un empleado que trabaje 8 horas que por uno que trabaje una hora, si no me equivoco, esta legislación debe cambiar y, si ha esto le añadimos que si el empleado, por ejemplo, tiene dos trabajos de administrativo, resulta que las dos empresas pagan la prevención de riesgos, al final se paga dos veces por el mismo servicio!

2.       Se debe revisar el costo de este servicio.  Ronda los 400,00€/año, más la revisión médica de cada empleado.   

c)       L.O.P.D.:  otra obligación para las Pymes, otro gasto adicional, que los autónomos ni siquiera entienden de lo que va.  Ya que la AEPD ha creado todo el protocolo, debería crear la plataforma en internet, lo suficientemente intuitiva y fácil de manejar para que el autónomo, con la ayuda de su asesor, dé de alta todos sus ficheros de datos.  Es decir, el mismo asesor, debe ayudar al empresario, así como lo hace con las nóminas y los impuestos.  Siempre se pagará menos a tu mismo asesor que a una asesoría independiente por este servicio, esto está claro.


3.       Impuestos. Cuando vas con tu asesor, siempre te consultan que si quieres que lleven tu empresa por contabilidad o por módulos.  Claro, te quedas de piedra, no sabes de lo que te están hablando y a partir de ahí empiezan a explicarte y explicarte un sinfín de pros y contras que, al cabo de media hora de escuchar, dices, pues “lo que tu veas mejor, para eso eres mi asesor”.  Hay que pensar en un sistema de tributación como la actual de “Módulos”, pero actualizado, adaptado, excepcionalmente a estos momentos de crisis.  Técnicamente no sé como plantearlo, pero el fin es el mismo de los puntos anteriores, tributar lo justo, muy poco, pero tributar, un tributo que será incrementando hasta el tercer año, en que se pasará al sistema de tributación tradicional.

4.       Morosidad suspendida.  La crisis nos ha convertido en morosos selectivos, creo que somos la gran mayoría, gente de bien, los que queremos pagar nuestras deudas y no podemos con todas.  Al final, terminas pagando lo más urgente, lo prioritario, pero claro, hay veces que Hacienda y la Seguridad Social, se quedan sin pagar, lo que ocasiona un grave problema: el bloqueo total de créditos, inoperatividad total en cualquier institución del Estado, aparte que los apuntes en el RAI es la otra cruz que debemos cargar.

Este punto sería el único compromiso ineludible del nuevo empresario con el Estado.  Estas deudas se tienen que pagar, igualmente, con un plan de pagos escalonado y razonable, concediendo el fraccionamiento bien sea en Hacienda o en la Seguridad Social, sin ningún problema, al contrario, brindando todo tipo de facilidades al nuevo empresario para que no decaiga en su empeño de salir adelante.

Un apunte final:  si bien es cierto que la figura de autónomo se utiliza para la creación un nuevo negocio, se podría crear una figura parecida, otro tipo de autónomo exclusivo para prestación de servicios, os pongo un ejemplo para explicarme mejor:  el campo es un sector donde existe muchísima contratación, Murcia es la huerta de España, por no decir de Europa, por excelencia.  El agricultor español tiene una carga muy fuerte con la contratación, tiene una constante persecución de los inspectores de la Seguridad Social y de Hacienda, debido a que utiliza mucho personal y la movilidad que su actividad requiere.  

Por qué no se crea una figura de autónomo orientada a actividades como la agricultura, donde el "sello" que actualmente paga el trabajador (parte de la aportación de la Seguridad Social, la otra parte la paga el empresario), se convierta en el pago de su autónomo.  De esta manera el empleador se desentiende del obrero y éste realiza su propia declaración de IVA, facturando sus servicios.  Habría que ver un módulo especial que le permita tributar y así compensar al estado las aportaciones que deja de recibir por un empleado asalariado.

Aunque la idea parezca contradictoria, esto tiene muchas ventajas, puesto que es práctica habitual que las empresas no declaren todas las horas o la productividad del empleado en el campo, lo que significa que las aportaciones no son las reales, si se declarara todo lo que realmente se genera, los seguros sociales que debería pagar el agricultor lo llevarían a cerrar su negocio y dedicarse a otra cosa.  Por otro lado, el trabajador tiene total independencia de trabajar en un sitio o en otro, no depende de un contrato de trabajo (en el caso de los inmigrantes no tendrían que suplicar un contrato de trabajo), además que el trabajador, nuevo autónomo, comprendería que le beneficia estar dentro de la legalidad y se reduciría, por no decir, se extinguiría el trabajo "en negro", tan generalizado en actividades como la agricultura."


Una actualización a esta propuesta, con respecto a los tipos de autónomos, encaminada a los autónomos que trabajan, exclusivamente, por prestación de servicios:

Este tipo de autónomo, el pequeño, el que sobrevive solo con su conocimiento, por ejemplo: informáticos, administrativos, contables, etc., también tienen gran interés en generar negocio y ser emprendedores, pero es imposible con el sistema actual.  El sistema tiene que adaptarse a las necesidades, a las realidades del ciudadano.  La cruda realidad actual, nos demuestra que el sistema de fomento de empleo y el de fomento a emprendedores, claramente falla.

Ciertamente, el pacto entre los partidos políticos y la redacción de las nuevas leyes y medidas, debe tener especial cuidado en preservar los derechos sociales y evitar abusos empresariales, está claro, pero a la misma vez, debe flexibilizarse para volver a crear el motor de la economía: el pequeño autónomo.